El pasado mes de agosto el Consejo de Ministros dio luz verde al proyecto de ley de bienestar animal que eleva las penas por maltrato y abandono. El mismo, busca poner fin al maltrato animal mediante la reformulación de las penas que, incluso, pueden llegar hasta los 3 años de cárcel. En este artículo hablamos sobre el SOS del deporte con animales.

De manera indirecta, este avance para defender a los animales ha reabierto la preocupación de todos los responsables de federaciones deportivas que operan con animales de manera regulada y que hasta el momento son supervisados por el Consejo Superior de Deportes y los organismos internacionales. El factor clave de la cuestión es que los trabajadores pretenden que su especificidad sea respaldada como la tauromaquia.

El SOS del deporte con animalesPor un lado, la ministra portavoz del gobierno, Isabel Rodriguez remarca que el proyecto de Ley está impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Y que la idea es tratarlo de forma ‘pionera’ en España con el único objetivo de garantizar el bienestar animal a la vez que se ofrece un marco legal común para el conjunto social del país.

Del otro lado, el problema es mucho más profundo de lo que se aprecia a simple vista. Y, por ejemplo, para Luis Ángel Vegas, quien trabaja con Galgos, resulta “un problema tremendo”. “Trabajamos años para seleccionar la línea genética que queremos, con galgos que en muchos casos comparten varios amigos, y tenemos documentado el ADN de todos nuestros perros”. Y cree que si no les permiten criar a sus animales “habrá un monopolio para criadores específicos, se tirará el trabajo de años, y se acabará con uno de los atractivos del aficionado”.

 

Más voces del deporte con animales

Otra de las voces que actualmente representa a toda una industria del deporte con animales es José Ricardo Mora. Uno de los presidentes (Villena) que considera que “si este proyecto se convierte en Ley, acaba con la Federación Española de Tiro al Vuelo. En la que se trata al pichón con mimo, pero al fin y al cabo es una actividad cinegética. No se tira contra palomas urbanas; lo que se pretende es que el mayor número de sueltas logren escapar. Hay muerte, pero esa carne, toda, se consume, bien por venta en las pollerías o bien los comedores sociales”.

Claramente la preocupación pasa por todas las personas que viven de este tipo de deportes, a los que muchos han dedicado prácticamente toda su vida.

caballos de deporte

Al hablar de la cacería, resulta ‘un caso mixto’, ya que a quienes representa la Federación Española de Caza, usan un ave rapaz y un perro para desarrollar la disciplina. La cual es reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El sevillano Manuel Diego Pareja Obregón dejó la música hace tiempo y actualmente se desempeña en su pasión. Siendo el presidente de la Asociación Española de cetrería. “Compito y exporto a Qatar, pero no a nuestro halcón, que es pequeño y no les gusta a los árabes, sino uno híbrido, más fuerte y potente, y que si sale adelante la ley será imposible de criar”. “Han atendido algunas de nuestras solicitudes, pero hay otras de difícil cumplimiento, además de encarecer los torneos, que se desarrollan con presupuestos de cero a dos mil euros. Si hay que contratar a un veterinario especialista en aves en rapaces, todo se dispara”, concluyó en una entrevista al Diario AS.

El futuro del deporte con animales

 

El futuro del deporte con animales

Más voces del deporte con animalesCon frecuencia vuelven a sonar los avances en los proyectos de ley con respecto a la protección animal y el deporte con animales. Hoy vuelve a resonar fuerte una medida con el objetivo de que los animales dejen de sufrir tanto en los deportes como el abandono después de no servir más para la función. Por ejemplo, es muy conocido el hecho de que los Galgos son entrenados para competir y cuando ‘ya no sirven’ son abandonados por sus dueños. Como si fueran un objeto que se usa y se tira cuando ya no se utiliza.

Uno de los puntos más significativos de este nuevo proyecto es el establecimiento de un listado positivo de animales de compañía. El cual tiene como prioridad regular qué animales pueden ser objeto de esta definición. Y, por tanto, de la convivencia en los hogares.

Por último, otra prioridad es establecer las obligaciones de las administraciones públicas en materia de protección animal. Para que faciliten la función inspectora y de vigilancia para prevenir las situaciones de maltrato animal.